Maggie tiene la costumbre de ver dibujos animados con Minnie después de que regresa de la universidad. Entiende muy bien a Minnie y sus cambios de humor. Muchas veces, sucede que Minnie tiene un día difícil y lo que quiere es simplemente relajarse y tener un poco de tiempo para sí misma, pero por costumbre, Maggie la hace ver los dibujos animados y pasar un buen rato. Esto ayuda mucho a Minnie a alegrarse un poco y, al mismo tiempo, también le enseña que siempre hay que ver el lado positivo de la vida y dedicar tiempo a actividades divertidas que te animen. Su cuento eterno ha comenzado su viaje.
Reiko deja su periódico a un lado y mira a Ronnie acurrucado en su regazo. Sonríe y se pregunta cómo una bola de pelusa tan pequeña puede traer tanta calidez a su vida.
Cuando Maddy se estresa, se levanta y mira por la ventana. Max siempre se acerca trotando y se apoya contra su pierna, haciéndole saber que todo está bien mientras estén juntos. Luego, Max entra con su correa de salir y se la entrega a Maddy, diciéndole que es hora de una aventura en el parque.
Niya mira a Niki, acurrucada junto a ella en la cama, y luego a las mantas de cachorro que había puesto en el piso cuando se conocieron. Las mantas siempre están vacías, pero el corazón de Niya está lleno para siempre. Nicki siempre despierta a Niya por las mañanas con sus ladridos, y el día de Niya comienza con amorosos besos mojados.
Lea se para afuera de su apartamento y desbloquea la puerta. Escucha a Luna correteando adentro y sonríe, sabiendo que nunca más será recibida por el silencio de nuevo.